Entra una viejita a un teatro cuando ya había comenzado la película. La viejita no podía ver nada por la oscuridad.
En esas llegó el acomodador con una linterna y se le acercó a la viejita. Ella al ver la luz de la linterna se agarró a correr por todo el teatro y el acomodador detrás de ella con la linterna. Después de dar tres vueltas por el teatro la viejita toda asustada se le tiró encima a un caballero que estaba sentado cómodamente viendo la película. El tipo se assustó y le gritó:
-Vea señora, respete, ¿cómo se le ocurre tirarse encima de mí en esa forma?
Y la viejita todavía fatigada y espantada le contesta:
-Y qué quería entonces, ¿qué me atropellara esa moto, o qué?
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